Los ingenieros de Weissancher crearon el Porsche Tipo 995, un vehículo enrejado de aluminio que exhibía tecnologías del deportivo de futuro como el motor con el sistema de desconexión de cilindros o el cambio de doble embrague.
Los deportivos actuales y las tecnologías de las que presumen no serían lo mismo, o no hubiesen llegado a los coches de producción de la casa de Stuttgart tan pronto, sino hubiese sido por el Porsche Tipo 995, otro de los proyectos secretos de la compañía alemana que ha salido a la luz.
Este vehículo de investigación fue creado en 1978 por encargo del Ministerio Federal de Investigación y Tecnología para para ahorrar en consumo sin escatimar en potencia. Además, se debería poner especial énfasis en la seguridad y las emisiones de ruido.
Los ingenieros de Weissancher utilizaron un Porsche 928 como base técnica -compartía dirección, frenos y electrónica- para crear este coche de cuatro puertas. Rendía 130 CV y equipó dos motores: primero, un V8 3.0 de alta compresión con desconexión automática de cilindros con el que era capaz de alcanzar los 200 km/h. El segundo, un 2.2 de cuatro cilindros con cuatro válvulas. Como te avanzaba, este automóvil de finales de los 70 ofrecía innovaciones de las que disfrutamos en el presente. Además de la desconexión de cilindros, también incorporaba un cambio de doble embrague de cinco velocidades que se controlaba electrónicamente sin levantar el pie del acelerador, lo que contribuía a la eficiencia del sistema de tracción. Esta medida, junto a la carrocería aerodinámica construida en aluminio similar a la del Tipo 1988, a la que Porsche no tenía intención de ponerle cubierta alguna y que gracias a la cual destacaba por su ligereza (1.290 kg), lograba que el Porsche Tipo 995 tuviese un consumo medio muy ajustado: 9 l/100 km.
A los sistemas de seguridad pasiva de este vehículo se unían los de seguridad activa como el tren de rodaje optimizado con sistema antibloqueo.
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