AUDI Y TOYOTA SIGUEN A LO SUYO
Conociendo la capacidad de rodar prácticamente tres segundos más rápido del tiempo que ya les había valido la pole, y con todo controlado en ese sentido, difícil iba a ser ayer por la tarde que Audi intentase batir el crono de los 919 para robarles alguna de las tres primeras posiciones de cara a las 24 Horas de Le Mans.
La mezcla de una predicción climatológica donde se hablaba de lluvia y la cantidad de tráfico en pista hacía que cualquier intentona se tuviera que concentrar en los primeros minutos de las sesiones, o a la salida de alguna de las banderas rojas que tuvieron lugar durante las dos sesiones de entrenamientos oficiales de ayer.
Pero no ocurrió. Audi se concentró en rodar a ritmo de carrera para seguir con la evaluación de consumo y de neumáticos, y con la puesta a punto fina del coche, mientras Porsche hacía básicamente lo mismo, con un ojo avizor por si tenía que apretar para asegurarse el triplete en la parrilla de salida. No hizo falta.
Tal es la superioridad de los 919 Hybrid en velocidad a una vuelta como en ritmo de carrera que lo raro será no verlos marcharse a base de un segundo y pico por vuelta el sábado, cuando la bandera de Francia ondee y se de salida a la carrera. Audi tendrá que jugar a la estrategia y confiar en que los 919 se coman las ruedas, como ha sucedido en carreras anteriores, con lo que su ritmo a lo largo de un juego de ruedas completo sea, por lo menos, alcanzable. De ese factor, de la gestión y capacidad de aguantar neumáticos, dependerá que veamos una carrera luchada o una carrera dominada, si la fiabilidad y el clima lo permiten.
Toyota, por su parte, mejoró en algo su imagen en la jornada de ayer, pero sigue lejos de los coches alemanes. Sí, han mejorado respecto al año pasado, pero el salto en cronos del 919 y del R18 los ha dejado en la estacada, a verlas venir. Sólo una hecatombe germana les permitiría aspirar al podio, no hablemos ya de la victoria.
¿Y Nissan? Metió dos coches por delante del LMP2 más rápido. El 3:35 que habíamos marcado como objetivo en tiempos para calificación del GT-R LM Nismo casi se consigue, con un 3:36 que se podría dar por “digno” dadas las circunstancias. El coche de Lucas Ordoñez, el #21, fue el que más problemas tuvo en la jornada de ayer, el que menos vuelta dio de los tres y el que más justito parece que llegará a carrera. Carrera donde Nissan se va a concentrar en dar muchas, muchas vueltas, y probar muchas cosas para aprender y acumular datos y detalles de cara al año próximo.
En cuanto al resto de categorías, hablaremos primero de GTE, donde el Corvette favorito a la victoria (#63, con Antonio García, Magnussen y Ryan Briscoe) acabó contra el muro en las curvas Porsche. El coche dobló y dañó chasis y jaula de seguridad, tras un problema mecánico “no especificado”, tal y como reconoció Chevrolet en un comunicado, y que tiene toda la pinta de haber sido un acelerador “clavado”.
Así las cosas, GTE quedó en manos de Aston Martin con un 3:54,9, ajustadísimo por delante del Ferrari 458 de Fisichella y compañía (AF Corse) que parece el mejor preparado para batallar la carrera completa. Curiosamente, con el balance actual de prestaciones, los Porsche 911 oficiales se mostraron segundo y pico más lentos que los Ferrari y Aston Martin, pero en carrera puede que tengan algo más que decir en la lucha por la victoria.
¿LMP2? Prefiero no mojarme aquí. Hemos visto, como era de esperar, tiempos igualadísimos entre casi todos los chasis, con especial mención al resultado del equipo Greaves, que hizo el tercer mejor crono de su categoría con un chasis abierto ya obsoleto ante el Oreca 05 que logró el mejor crono (3:38) y el Ligier JS2 (3:38). El plantel de Nissan en esta categoría parece bien cubierto, con las seis primeras plazas de LMP2 controladas, pero siendo como suele ser un baño de sangre esto de LMP2, la carrera tendrá oportunidades para todos.
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