Fuente: http://periodismodelmotor.com/
Los seis Porsche 959 que fueron construidos una vez acabada la producción eran para un mismo hombre y fueron ensamblados a partir de piezas de repuesto. Todo tuvo lugar en 1992, cuatro años después del fin de producción, cuando un comprador de Macao y otro de Hong Kong decidieron adquirir seis ejemplares únicos que incluso Porsche no contabiliza entre los modelos fabricados. Fueron comprados al doble del precio original.El hecho de que el Porsche 959 significó un antes y un después para la firma alemana es una realidad que cualquier entusiasta reconocerá abiertamente. Pasar del concepto del Porsche 911 a lo que el 959 supuso es todo un paso adelante. Poco después de su lanzamiento se convirtió en el modelo de producción más rápido del mundo (hasta que apareció el Ferrari F40 un año más tarde), mientras que fue fruto de la fructífera economía de la marca por esa época. Pero, ¿sabías que se construyeron seis Porsche 959 cuatro años después de finalizar su producción?
Aunque vayamos por partes y conozcamos qué hace tan especial al 959 de Porsche. De un vistazo descubrimos que se basa en la generación 930 del Porsche 911 (historia), la cual llevaba en activo desde 1975, aunque se trata de un deportivo con motor trasero bóxer de seis cilindros refrigerado por aire con un cubicaje de 2,85 litros y un sistema biturbo que entregaba 444 CV directos al asfalto a través de una transmisión manual de seis velocidades y un sistema de tracción total con un selector de par. Este sistema de propulsión fue heredado de los Porsche 936, 956 y 962 de competición. Además, integraba novedades como la altura regulable, las llantas de magnesio o el monitoreo de presión de neumáticos.
Al parecer, los buenos resultados registrados por la compañía alemana en 1984 provocaron que se aprobara el proyecto 959, pero en 1986, Porsche tenía problemas económicos de nuevo. Sin embargo, aceptaron 250 pedidos de su nuevo deportivo con depósitos que ascendían a cerca de 20.000 euros cada uno. Por desgracia, el coste total del coche fue muy superior a su estimación inicial, algo que no pudo ver Porsche antes de comprometerse con cientos de clientes.
Se hicieron piezas y componentes de recambio suficientes para cubrir la demanda, pero lo que inicialmente tendría un coste de fabricación de unos 270.000 euros, pronto llegó a ser de 650.000 euros, mientras que el precio unitario de cada modelo era significativamente inferior. Pronto se supo que Porsche quería cesar la producción dada la inviabilidad económica del 959.
Según los registros de la compañía, se crearon 294 unidades del Porsche 959 Komfort y 29 ejemplares con especificaciones Sport, los cuales no se contabilizan juntos, aunque la marca asegura que el último ejemplar que salió de la planta en 1988 contaba con el chasis #288. ¿Y los seis restantes? Es en 1992 cuando un acaudalado comprador de Macao y otro de Hong Kong deciden adquirir seis ejemplares del Porche 959 construidos a partir del enorme stock de piezas de repuesto con el que contaban en Stuttgart.
Estos seis ejemplares, tres en rojo y tres en plata, no se diferencia en absoluto de los creados cuatro años atrás, no sufrieron modificaciones ni fueron mejorados en absoluto, por lo que cuentan con las especificaciones de 1988. Además, según datos proporcionados por Bruce Canepa, un experto en Porsche 959, a la revista Road & Track, estos ejemplares han sido vendidos posteriormente sin revelarse el secreto que se esconden tras ellos.
Aunque es difícil contrastar esta información, en parte tiene sentido. El registro confirma que se crearon seis unidades de más, existían piezas de sobra para crear dichos 959, Porsche fue el único que pudo fabricarlos y la existencia de ambos compradores de Macao y Hong Kong también fue demostrada por Canepa. Además, ambos compradores desembolsaron el doble del precio original por cada uno de los coches, por lo que, a fin de cuentas, era un negocio redondo para la compañía.
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