La primera vez que conduje un Cayman, mi percepción sobre Porsche cambió radicalmente. El Boxster ya me había enseñado que, si la firma de Stuttgart se quitaba la obligación del motor colgado por detrás, podría evolucionar más y mejor. Y el Cayman ratificó todo esto.
El comportamiento, la respuesta casi inmediata y telepática con nuestros deseos a la hora de cambiar de dirección, pero también la manera de mantenerse pegado al asfalto sin rebotar, y la delicadeza al descolgarse de atrás sin asustar cual peonza (un motor central puede ser muy crítico en este sentido), conferían al Cayman todos los ingredientes para ser el mejor Porsche deportivo de la gama.
Pero los de la firma germana lo sabían, y jugaron sucio. El Cayman tenía que ser más lento que el 911, y para ello coartaron sus ofertas mecánicas. Puede que fuera más lento, pero estaba claro que era la opción de los que sabían lo que llevaban entre manos. La pena para todos nosotros es que no había variante deportiva radical... Hasta ahora. Te presentamos el Cayman GT4, en todo su esplendor.
Lo primero que cita como dato Porsche sobre su nuevo Cayman GT4 es que es capaz de girar el Nordschleife de Nürburgring en 7:40, "la nueva referencia para su categoría". No lo dudamos.
Si vamos al meollo de lo que ofrece el nuevo cupé radical de motor central de la firma, nos encontramos al bóxer de 3,8 litros de inyección directa, derivado del empleado por el 911 Carrera S actual, ofreciendo 385 caballos a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual (sí, el GT4 se ofrecerá como manual, algo que no se puede decir del 911 GT3), suspendida por anclajes activos al chasis, para controlar los movimientos variables en aceleración y deceleración del bloque motopropulsor, algo que ya habíamos visto en la familia 911.
El coche recibe un tratamiento aerodinámico completo, con un paragolpes frontal evolucionado para ofrecer carga aerodinámica negativa a alta velocidad. El alerón sobre el capó posterior, de dimensiones muy generosas y con dos pilares mecanizados para aligerarlos, también sirve para compensar la carga aerodinámica delantera. Dice Porsche que el GT4 es el primer Cayman que pesa más con la fricción del aire, vamos que genera carga negativa, y no sustentación.
Otros detalles que cambian respecto a sus hermanos de gama son las tomas de aire laterales, que integran unas nuevas pestañas que las marcan más.
Opcionalmente, el coche se puede solicitar con frenos carbonocerámicos (los de serie ya parecen enormes y capaces aunque no resistirán palizas de track day como los de carburo de silicio), así como un paquete denominado "Club Sport" que por el momento no queda definido, pero que entendemos que integrará jaula de protección para vuelcos y alguna cosilla más, como ya ocurría en el 911 GT3.
El habitáculo recibe muchos elementos de confort (navegación, climatización) que parecen ir en contra del espíritu de ligereza del coche. Entendemos que con el paquete "Club Sport" se podrá prescindir de ellos, y que están ahí para cumplir con la promesa de Porsche de que el GT4 sea un deportivo que también resulte versátil como para poder usarlo día a día.
En nuestro mercado se irá a los 99.094€ (envidia a Alemania, donde arranca en 88.000€), se puede reservar ya, y las primeras entregas deberían producirse a finales del mes de marzo. Por cierto, los poco importantes datos de consumo son de 10,3 litros de consumo medio (14,8 en ciudad, 7,8 en carretera), con unas emisiones medias de 238 gramos de CO2 por kilómetro).
Si uno tiene en cuenta lo que ofrece, y lo que esperamos de su conducción, nos parece "el chollo" de la gama Porsche. Y es que si un servidor pudiera perderse en alguna de sus carreteras de montaña favoritas con un modelo de Stuttgart de la gama actual, ten por seguro que sería con este... Sólo de imaginarme el 3,8 resonando entre las paredes del cañón mientras ejecuto un punta tacón, juego con el cambio y disfruto de la precisión de su dirección se me hace la boca agua.
A ver si antes de que acabe el año podemos probarlo...
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