Fuente: http://es.autoblog.com/
Hace unos años se rumoreaba con insistencia que Porsche volvería a la Fórmula 1. Finalmente, nunca se llegó a hacer, pero por poco no estamos hablando de Porsche F1. Al menos, así lo cuentan en Autosport.
Y es que en el momento que Porsche pasaba a formar parte de la galaxia Volkswagen, en un giro de acontecimientos inesperados, la firma de Zuffenhausen quería volver de forma activa a la competición. Para ello tenía dos opciones. La primera y natural para Porsche es la de las 24 Horas de Le Mans. La segunda: la Fórmula 1.
Sin embargo, los dirigentes de Porsche temían que en Volkswagen no les dejasen participar en las 24 Horas de Le Mans habida cuenta de los continuos éxitos que Audi estaba cosechando en la clásica prueba gala. Necesitaban, por lo tanto, un plan B. Y ese era la Fórmula 1.
No queda claro si las intenciones de Porsche era aventurarse con su propio equipo o participar como motorista. Y es que la historia de Porsche como escudería de F1 es más bien corta. A finales de los 50 y hasta 1961, Porsche participó en las carreras de F1 con un F2 (era un 718 RSK transformado en monoplaza), pues entonces era legal.
En 1962, Porsche presenta su único Fórmula 1 hasta la fecha, el 804. Dan Gurney le dará a la marca su única victoria oficial en F1, en el Gran Premio de Francia de ese mismo año. La hora de gloria e Porsche en F1 llegó como motorista en los años 80 junto a McLaren y los títulos de campeones de Niki Lauda en 1984 y 1985.
Sea como fuere, los temores de Porsche se revelaron infundados y el grupo Volkswagen no se corta un pelo, dejando que sus dos marcas más rentables se enfrenten la pista de Le Mans. Gane u otra, VAG ganará.
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