Fuente: http://es.autoblog.com
Hay proyectos que llevan años en las cabezas pensantes de los técnicos de Stuttgart, y que con el tiempo acaban convirtiéndose en realidad. Por ejemplo, el Panamera, el sedán a lo Porsche, llevaba décadas como proyecto embrionario, sin poderse convertir en realidad hasta que hubo recursos y capacidad para lanzarlo. Algo similar pasó con el SUV de la compañía.
Ahora Motor Revue, la revista francesa, ahonda en otro de los grandes proyectos no-natos de Porsche, el de un 911 con ciertas capacidades camperas. Los galos cuentan que un supuesto 911 Safari será presentado en el Salón de Pekín el próximo mes de abril, para sondear el interés del mercado. De existir dicho interés, el coche podría pasar a producción en un año y medio.
Pero, ¿un 911 todo-terreno?
La idea de un superdeportivo todoterreno es un tema recurrente de 2013, pero que data de tiempos mucho más remotos. Tal vez el superdeportivo todoterreno definitivo sea el Lancia Stratos original, un coche de rallyes de motor central, capaz de rivalizar con cualquier modelo contemporáneo sobre el asfalto, pero al mismo tiempo capaz de correr en superficies no asfaltadas o rotas sin "encallar", gracias a buenos ángulos de ataque.
Ahora que la demanda de deportivos a nivel global se ha ido hacia países cuyas redes viales dejan bastante que desear, gente como Hrabalek pensaron que hacer un deportivo todo-terreno era una buena idea. Así nació su concepto de New Stratos hace ya prácticamente una década. En su momento la idea, ya lo sabes, no terminó de cuajar.
Pero este 2013 nos ha traído el Italdesign Parcour (una suerte de Lamborghini Huracán todo-terreno), y luego el Audi Nanuk, que prácticamente era el mismo coche, pero vestido de diferente manera (más feo). Curiosamente, el Nanuk tiene luz verde para producirse, mientras el Parcour tiene muy pocas probabilidades de hacerlo...
Pues bien, sin salirnos de VAG, el estudio de mercado de Audi para el Nanuk, y su éxito derivado, han servido para que Porsche piense que un 911 Carrera 4 de neumáticos de gran balón y altura al suelo sobre-elevada. Al menos así lo cuenta Motor Revue. Nosotros, tirando de nuestras fuentes de información privilegiadas sólo hemos logrado averiguar que la idea de testear un 911 crossoverizado no es nueva, y lleva algunos meses en las mentes de Stuttgart.
Pero, ¿es la primera vez que Porsche se adentra en el concepto de cruzar un 911 con un todoterreno para crear un coche de este tipo? Pues no, ni mucho menos. El nombre propuesto por Motor Revue se inspira en el del 911 SC Safari, un coche de carreras de finales de los setenta desarrollado para vencer en el durísimo rally Safari africano. Tras él llegó el 959 y su victoria en el Dakar. Y si tiramos hacia el otro extremo, no nos costará mucho encontrar 911 corriendo rallyes en el mundial WRC.
Pero la gran pieza que estuvo cerca de llegar a la producción, y que puede servir de base de ideas para este posible 911 Safari es el Porsche Panamericana. Esta obra diseñada por Harm Lagaay en lo estético y ejecutada en lo técnico por Ulrich Bez (sí, ese Bez que ahora es CEO de Aston Martin), se presentaba con un doble objetivo en 1989, en el Salón de Frankfurt. Por un lado, Lagaay nos introducía el lenguaje de diseño que luego se emplearía en los Boxster y 911 (996), y por otro lado, el mismo Lagaay, con la complicidad de Bez, esperaban poder crear un modelo de producción de serie corta de este Panamericana de cara a 1992.
Técnicamente, el coche estaba montado sobre el chasis de un Porsche 911 964 Carrera 4, pero su carrocería había sido sustituida completamente por paneles en fibra de carbono (no tanto por peso, sino por razones de coste). El techo targa contaba con un simpático sistema de apertura con una cremallera, mientras que las aletas abiertas cumplían una doble función, por un lado dar espacio a grandes neumáticos todoterreno (a lo 959) y por otro, potenciar el aspecto musculoso, algo que lograban a la perfección. A pesar de llevar los neumáticos "vistos" de frente, el Cx aerodinámico era de 0,30. Y es que lo que se perdía por el frontal de la rueda se ganaba al tener el flanco de la misma "liberado". En cualquier caso, conseguir homologar esto para un coche de calle habría sido realmente complicado.
El proyecto acabó en el dique seco. Aunque bastantes clientes potenciales se interesaron en él, y la inversión tecnológica necesaria no era demasiado elevada, al poder emplear Porsche mucho de lo aprendido en el 959 del Dakar, la realidad es que la penosa situación económica de la firma de Stuttgart se llevó por delante el proyecto.
Pero ahora parece que la historia puede revertirse. Desgraciadamente, viendo cómo se las gastan en Porsche y VAG últimamente, dudamos muy mucho que Porsche arriesgue tanto en la estética de este posible 911 Safari como lo hizo con el Panamericana.
Y es que, a pesar de tener 24 años, este modelo conceptual sigue luciendo fresco y simpático, incluso moderno me atrevería a decir. Mucho nos tememos que, si en Pekín vemos un 911 Safari, este no serán tan revolucionario en lo estético. ¿O sí?
Sea como sea, si un coche de este tipo sale al mercado, y nos hace soñar, será bienvenido por nosotros, y en parte se lo tendremos que agradecer a los países del BRIC, sin los que estos proyectos no podrían ni tan siquiera plantearse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario