Fuente: http://es.autoblog.com
Lo esperamos para el Salón de Ginebra, pero como ya hiciera con el 911, Porsche ha invitado a varios periodistas "importantes" (no, no somos importantes para Porsche, todavía) a montarse en el asiento del pasajero del nuevo Boxster para sacar las primeras impresiones. Y entre esos medios "invitados" estaba Autocar, que ha publicado unas positivas sensaciones.
En primer lugar comentan que el coche se ve claramente más largo, bajo y ancho. Esto es así, entre otras cosas, debido al uso de una batalla incrementada ostensiblemente (alrededor de 150 milímetros extra), una capota que gracias a una nueva tecnología queda más baja, y unos pasos claramente incrementados. La carrocería es integramente en aluminio, asentada sobre un chasis de acero, lo que lo convierte "en el coche más ligero de su categoría".
Los motores son pasto del downsizing, bajando a 2,7 y 3,2 litros para el Boxster normal y el S respectivamente, pero incrementando potencia a la vez que se recortan consumo y emisiones. Las transmisiones son de seis velocidades manual para el Boxster "base", siete manual para el Boxster S, y opcionalmente PDK de siete relaciones.
El coche, sobre el asfalto de la carretera, se siente "más maduro", con una pisada más compensada, con más muelle y menos amortiguador, y con un carácter "más de rodador". La dirección eléctrica sustituye a la hidráulica, lo que supone un riesgo como en el 911, pero los ingenieros de la marca alemana aseguran que se ha resuelto tan bien como en el buque insignia (a fin de cuentas es la misma pieza).
A falta de una prueba "como Dios manda", estas primeras impresiones hablan de una respuesta líder para los SLK, Z4 y compañía, y con suficiente crecimiento "hacia arriba" como para justificar el lanzamiento de un roadster por debajo, más radical y enfocado a los gustosos de las altas dosis de adrenalina.
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